Una tez perfecta

Antes de empezar con el maquillaje, es esencial un adecuado rito de belleza, que debe incluir limpiadora, tónico, crema hidratante, contorno de ojos ligero y protección solar.
Al elegir la base, asegurate de que sea del mismo tono que tu piel. Si no estás segura, probá varios en la frente y comprobalos a la luz natural: el que desaparece y se funde con tu piel es el perfecto para vos.
A partir de los 40, es preferible usar bases ricas en hidratación, o cremas hidratantes con color para evitar el efecto "máscara" que tanto detestamos.
Trabajalos con los dedos sobre el dorso de la mano para calentarlos antes de aplicártelos con pincel, esponja o los mismos dedos. Cubri todo y retocá las imperfecciones con un maquillaje en barra.
Con los polvos, conseguís que el maquillaje dure más tiempo, al a vez que lo fijás y opacás la zonas donde puede llegar a brillar la piel, como la famosa zona T. Elegilos con na textura sedosa, aplicandolos con brocha o cisne.
Para acabar con las ojeras oscuras, combiná un corrector de color rosado o durazno con uno más amarillo. Asegurate de aplicarlo hasta la línea de las pestañas inferiores, en el rabillo del ojo y en los uecos de la nariz junto a los lagrimles, asi conseguirás ampliar tu mirada y mostrarla luminada, limpia y despierta.

besos,
Sole