Pecas

Nunca vamos a tener una peca en algún lugar donde no nos dé el sol. Porque estas pequeñas manchitas no son otra cosa que un tostado desparejo que suele aparecer en la zonas más sensibles de la piel.

Cuando el calor se impone de a poco el sol empieza a mostrarse cada vez más. De esta forma a algunas personas rubias o pelirrojas comienzan a asomarles las pecas.

Casi siempre las vemos en la nariz, en los pómulos y, en menor cantidad, en otras partes de la cara. Pero las pecas también pueden aparecer en las manos, antebrazos, piernas. En suma, en cualquier zona del cuerpo que esté expuesta al sol. Porque parece que de eso se trata; el sol apunta directo al rostro y entonces se produce una reacción en la piel que produce esos puntitos irregulares que hacen juego con tu pelo.

Pero las pecas no aparecen en todas las personas, entonces ¿de qué depende?.

En cuanto a quienes le toca (en suerte o desgracia) portar con sus pecas, la cuestión es simple; se transmite por herencia. Está comprobado además que las personas con piel clara, son los más proclives a adquirir estas simpáticas manchitas. En la mayor parte de la gente, el sol estimula la producción de melanina, una especie de colorante que hace broncear la piel, y de esa manera, la protege.

Sin embargo, la piel clara de los rubios y pelirrojos frecuentemente no se broncea de manera fácil o no lo hace. En estas personas, las células de la pigmentación no reaccionan a los rayos solares, o bien reparten la melanina de una manera irregular.

La melanina especialmente es crucial para entender por qué algunos de nosotros tenemos pecas.

Sucede que la protección frente a la luz solar que debería realizar el bronceado, no se realiza. Por eso la piel muy blanca está más expuesta a sufrir más daños de los rayos del sol que otros tipos de piel más oscura.

En los pelirrojos, en lugar de producirse un bronceado uniforme, el pigmento se aglomera y forma pequeñas manchas sombreadas.

Así se forman las pecas. Por lo general, empiezan a salir a los cinco años y se hacen menos visibles luego de la adolescencia. Aunque no representan ningún peligro en sí, las pecas son particularmente sensibles al sol, y por lo tanto, es necesario utilizar protectores solares para evitar molestas quemaduras o arrugas prematuras en el rostro, como se aconseja con todos los tipos de pieles en general.

Ojo, no hay que confundir pecas con lunares; éstos pueden salir desde el nacimiento y el sol no tiene nada que ver con su aparición.

Es cierto que a ciertas personas no les resultan muy agradables y buscan la manera de quitárselas. Les guste o no, las pecas son indelebles y los productos que pretenden hacerlas desaparecer pueden dañar seriamente la piel.

Pero, ¿por qué querer quitarse marcas tan personales y encantadoras? Inclusive la propia Marilyn Monroe, quien en realidad era pelirroja (debajo de su tintura platinada), tenía pecas cuando se bronceaba.

Fuente: http://www.blogestetica.com